sábado, 19 de junio de 2010

Te deseo y estás prohibida





Duele verte con un hombre

que no tome café en tu cama.


Mas en cambio,
a mí se me antoja aquel café,

pero antes del café
quisiera pedir una conversación,
y por mi ansiedad exigir caricias
y tu cabello amarrado en mis manos.

También pido silencio
para que los besos hablen
con el sonido de su chocar y mover.

¡Oh amor no mío!,
te deseo y estás prohibida.

Ya deseo tomarme el café
en tu cama.

La cama donde le daremos
comprensión al poema:
"Informe sobre caricias"de Mario Benedetti
y caeremos acostados en su poema:
"Una mujer desnuda y en lo oscuro".

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